Existe una corriente extendida dentro del running que cada día gana más adeptos, su nombre varía dependiendo de los intereses comerciales de cada marca de calzado; unas, las convencionales, lo llaman “natural running” (Correr natural) otras, las de calzado minimalista lo llaman “barefoot running” (Correr descalzo), en cualquier caso siempre parten de un concepto que tiene cierto sentido, reaprender y tratar de correr como si nunca hubiésemos llevado calzado con una buena postura, evitando lesiones y aprovechando la obra maestra de ingeniería (como decía Leonardo da Vinci) que es nuestro pié. En general todo nuestro cuerpo está diseñado para movernos en tierra firme y buscar una postura natural acorde a nuestra anatomía para correr parece una buena idea. Cuando de pequeños empezamos a desarrollarnos y primero andamos y luego corremos de esa manera instintiva o “natural” empezamos a hacerlo con una técnica adecuada, luego cuando nos hacemos mayores y por el tipo de vida y calzado (Zapatos rígidos, con Tacones, con Amortiguaciones,etc..) que usamos, deformamos ese estilo natural. Con este movimiento se trata de recuperarlo.

¿ES APLICABLE A LA NATACIÓN?

Nuestro cuerpo no está diseñado para el agua; nuestras extremidades largas y deformables y sus articulaciones no benefician un movimiento eficiente en este medio. El hecho de no poder respirar bajo el agua agrava aún más esta situación y nuestros movimientos naturales en el agua son más bien consecuencia de la búsqueda urgente de oxígeno en la superficie, lo que nos hace torpes e ineficientes. Cuando un niño aprende primero a andar y luego a correr hace rápidamente unos movimientos eficaces a pesar de su falta de coordinación, sin embargo no es aconsejable que un niño aprenda solo a nadar (solo los primeros meses mantienen el instinto de cerrar la glotis al sumergirse impidiendo el paso de agua en las vías respiratorias) en el agua, pues le ocurrirá lo que a muchos mayores, que en lugar de buscar primero la flotación en equilibrio, buscará el oxígeno a toda costa y se acabará agotando más rápido aún que un adulto por esa falta de coordinación. Así que si la cuestión es si aplicamos el concepto  del “natural running”, a la natación, de «reaprender» los movimientos naturales, la respuesta es no, lo que hemos de hacer es aprender unos movimientos que no nos son «naturales»

CONSIGUIR NADAR CON MOVIMIENTOS NATURALES

Probablemente en un mundo inundado en donde cualquier ser humano estuviese en contacto casi permanente con el agua desde la niñez, si que ocurriría que, por la práctica y la supervivencia acabaríamos haciendo “natural” un estilo más eficiente para poder sobrevivir, algo así observo en nadadores que asisten a nuestros cursos y que han vivido en la costa nadando desde bien pequeños, se les nota una mayor facilidad para flotar y mantener el equilibrio y realizar los movimientos de la manera más correcta, así que solo hay un camino para nadar eficientemente y que nos salga “natural” y no es otro que practicar.

Cuando observemos un buen nadador con una técnica tan depurada que parece que sus movimientos son fáciles y le salen de manera natural, no debemos llevarnos a engaño, no es algo que le salga de manera innata y “natural”, para nadar así ha tenido que dedicarle unos cuantos miles de kilómetros y muchas horas de entrenamiento, cosa que nos debe reconfortar pues nadar así está al alcance de cualquiera, basta con practicar mucho y de la manera adecuada.