Muchos nadadores que ya han adquirido cierta técnica se encuentran con un problema común: su nado se siente arrítmico. A pesar de mejorar su postura, sufren de lo que llamamos sobredeslizamiento en natación, un error que no se debe tanto a la técnica del gesto, sino a los tiempos en los que dividimos la brazada.

En este artículo veremos por qué deslizar de más puede frenarte y cuál es la proporción matemática que utilizan los nadadores eficientes.

Las dos fases de la brazada

Para entender el ritmo, debemos dividir la brazada en dos momentos clave:

  • Fase de Aceleración (Propulsiva): Es el momento donde coordinamos el agarre, el giro de cadera y la patada para aumentar la velocidad.
  • Fase de Desaceleración (No propulsiva): Ocurre durante el recobro aéreo y el posicionamiento del brazo, momento en el cual la velocidad disminuye inevitablemente.

El problema de deslizar en exceso

Aunque una buena posición hidrodinámica nos permite aprovechar el impulso, prolongar en exceso la fase no propulsiva es contraproducente. El sobredeslizamiento en natación desacelera demasiado y se pierde la inercia, lo que obliga a realizar un esfuerzo extra para volver a retomar la velocidad en la siguiente brazada.

El objetivo no es parar y arrancar, sino mantener una continuidad en el ritmo.

La Regla del 60/40

Al analizar a nadadores de élite o con buena técnica, independientemente de su frecuencia de brazada, observamos una proporción constante en sus tiempos.

  • 60% Fase Propulsiva: Aproximadamente el 60% del tiempo de la brazada se dedica a generar propulsión.
  • 40% Fase No Propulsiva: El recobro y el deslizamiento ocupan solo el 40% restante.

Por ejemplo, en un análisis técnico, un nadador eficiente puede tardar 54 centésimas en propulsar y solo 39 centésimas en la fase de recuperación.

En cambio, cuando analizamos un nado ineficiente con sobredeslizamiento, esta relación se invierte: la fase no propulsiva puede llegar a durar más que la propulsiva (por ejemplo, 93 centésimas deslizando frente a 66 empujando), lo que rompe totalmente la inercia.

No confundas «Nadar» con «Ejercicios de Técnica»

Es común confundirse debido a ejercicios como el de «mínimas brazadas», donde exageramos el deslizamiento y buscamos a propósito ese sobredeslizamiento en natación pero con un fín; trabajar la hidrodinámica y el equilibrio, pero no representan el ritmo real de nado.

Para nadar bien, debemos acortar esa fase de deslizamiento —sin exagerar para no perder eficiencia— y centrarnos en pasar más tiempo propulsando que deslizando.


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