Sí, es posible nadar como Phelps, cualquiera puede hacerlo y nosotros te enseñamos, eso sí, nadar a su velocidad es otra cosa, casi nadie puede ni podrá, vamos a explicarnos;
Cuando hablamos de nadar bien, hablamos de técnica de natación, una buena técnica es algo que todo el mundo puede conseguir independientemente de la edad, constitución o sexo, teniendo claro lo que hay que hacer y practicando mucho. Otra cosa es conseguir mantener esa técnica a una velocidad descomunal con frecuencias de brazada increíblemente altas que es lo que consiguen los atletas de élite con muchas horas de esfuerzo y sacrificio, eso ya no está al alcance de cualquiera, ni siquiera de ellos mismos cuando alcanzan cierta edad…
¿Como nos comparamos con él?
Practicando bien y mucho podemos osar a compararnos con Michael Phelps. Podemos verle nadar, aprender y comparar su estilo con el nuestro, corrigiendo detalles, pero ojo, debemos fijarnos en su estilo cuando nada lento como nosotros.
Lo que no debemos comparar
Es habitual cometer el error de comparar cualquier video de los que abundan en internet de nadadores de élite con nuestros propios vídeos y eso es hacer trampa pues no estamos comparando lo mismo, no estamos teniendo en cuenta el ritmo.
Si vemos cualquier vídeo de competición de un nadador de élite como Phelps, observaremos que el “tempo” de cada brazada (segundos que transcurren entre brazadas) está en torno a los 0,86/0,90. Un nadador sin una preparación adecuada nadando a esa frecuencia no sólo no vería reducida drásticamente su longitud de brazada sino que su estilo se degradaría de tal manera que incluso reduciría su velocidad a pesar de incrementar su esfuerzo. Incluso Phelps o cualquier otro nadador tienen posibilidades de mejorar técnicamente a esas frecuencias, aun así mantienen una muy buena técnica gracias a horas y horas de duros entrenamientos, contra eso no podemos competir, esa batalla la tenemos todos perdida…
Lo que sí podemos comparar
Pero comparemos nuestra técnica con la suya cuando Phelps va a nuestro ritmo, así sin hacer trampa podemos tratar de parecernos y aunque si a una frecuencia tan alta Phelps mantiene una técnica tan depurada, a una frecuencia más baja roza la perfección, esto es algo que ya podremos lograr, pues no depende de nuestro físico sino de entrenar bien la técnica y tenemos toda la vida por delante para ello.
De hecho la técnica de un colega entrenador de Inmersión Total no difiere tanto de la de Michael cuando ambos nadan al mismo ritmo, luego es posible aprender a nadar como Phelps.
Debemos entonces nadar siempre lento?
Aunque es más fácil trabajar la técnica, no es necesario nadar siempre a frecuencias bajas tampoco está de más que al mismo tiempo que vamos progresando en nuestra técnica, tratemos de mantenerla a una velocidad mayor (mayor frecuencia de brazada) pero todos nuestros movimientos se han de ejecutar comenzando lentamente y aumentando muy progresivamente la velocidad sin degradar nuestro estilo. El proceso de aprendizaje debe seguir ese patrón, Si no nadamos de manera eficientemente a baja velocidad lo haremos mucho peor aun cuando aumente esa velocidad. Cualquier nadador de élite ha nadando primero eficientemente a baja velocidad. Michael Phelps también nadaba lento y lo sigue haciendo para mejorar su técnica.
TÉCNICA O VELOCIDAD, ¿CUAL ES LA MEJOR MOTIVACIÓN?
Hace tiempo se realizó una encuesta en EU en la que preguntaban a nadadores quien preferían que les entrenase, Michael Phelps o Shinji takeuchi (entrenador de Inmersión Total cuyos vídeos en youtube tienen tanto o más éxito que los de Phelps), ganó Shinji, el resultado sorprendió a algunos, a nosotros no.
A muchos de nosotros afortunadamente nos motiva más conseguir nadar de una manera fluida, armónica y estilizada que obsesionarnos únicamente en ir reduciendo el tiempo. Progresando en nuestra técnica tenemos un recorrido más largo y aunque también mejoremos tiempos, nuestros objetivos son mucho más ambiciosos y nos permitirán día tras día nadar cada vez mejor, disfrutando de la natación a cualquier edad.