Sabes lo que es nadar como un molino? en esta entrada te lo vamos a explicar, seguro que has visto a más de uno nadar así.
En que consiste
En natación, la brazada tipo “molino de viento” consiste en que los dos brazos se mueven al mismo tiempo con la misma velocidad y que por tanto, cuando uno está en la fase subacuática el otro está recobrando justo en el punto opuesto.
Un estilo poco eficiente
Este tipo de brazada y casi de estilo de natación poco eficiente en el que se maximizan las turbulencias se suele dar en niños o mayores que por un aprendizaje inadecuado o por carecer de él, realizan un braceo constante y frecuente con el objetivo de desplazarse con mayor velocidad. Realmente resulta difícil moverse en el agua únicamente con la rotación de los brazos sin tener en cuenta otros aspectos como la hidrodinámica o el equilibrio del cuerpo en el agua. Las hélices se hunden si no forman parte de una embarcación. Por otro lado si ninguna especie marina realiza un aleteo tipo hélice o ha evolucionado para ello, será por algo.
No practicar (aunque ellos lo hagan)
En 1844 en una exhibición de la “Royal Swimming Society” en Londres, el novedoso estilo crol de dos nadadores americanos fue descrito como “un movimiento de brazos como un molino acompañado de un batido de piernas”. Fueron los inicios del estilo libre más utilizado, pero desde entonces el estilo ha evolucionado muchísimo aunque no todo el mundo lo ha hecho.
Recientemente, a finales del pasado siglo incluso nadadores de élite como Stefan Nystrand consiguieron momentáneamente batir records utilizándolo, eso sí distancias cortas (100 libres en piscina de 25). En cualquier caso ya lo utilice Stefan o cualquier nadador que observemos por muy rápido que vaya, imitarlos solo hará que nos cansemos hasta la extenuación consiguiendo si acaso únicamente ir rápido unos pocos metros.
Como evitarlo
Dado que no es un patrón de movimientos que el ser humano tenga asimilado ya de manera natural, hemos de practicar la manera de mantener siempre un brazo adelantado para ser “más altos” y por tanto más hidrodinámicos, esto se consigue a través de practicar y practicar los ejercicios de Total Immersion tal y como los realizamos en nuestros cursos y nadar pendiente de ese aspecto. Al final con esa buena práctica conseguiremos desarrollar la difícil habilidad de relajar el brazo que inicia la fase subacuática y de moverlo a una velocidad menor esperando “paciente” a que llegue el otro que hace el recobro consiguiendo una natación fluída y eficiente.