Hace ya algunas semanas, El presidente del Club Master Murcia, me avisó de que Roberto Alberiche, nadador canario que posee varios récords mundiales de su categoría, iba a competir en una competición que ellos organizaban. Era probable que batiese otra marca mundial de su categoría, los 100 estilos y hasta allí me acerqué.
Roberto Alberiche tiene 85 años y a lo largo de su carrera como nadador ha alternado épocas de competición con otras en las que no lo hacía, a pesar de ello, su dedicación y talento innato han provocado que sus regresos a la competición hayan sido por la puerta grande, con espectaculares resultados. Esta vez no fue diferente; una vez más cumplía su objetivo de establecer una nueva marca mundial.
Realmente estaba interesado en conocerle, pero no lo quise molestar, lo encontré en su salsa, disfrutando con sus compañeros y amigos, eso sí, me quedo con esas valiosas imágenes de antes, durante y después de batir su record, verlo reafirma a cualquiera en la convicción del beneficio que provoca una sana afición como la natación. No fue el único que llamó mi atención, había nadadores de todas las edades, no recordaba observar una competición “desde fuera” y fue ilustrativo ver como todos, excepto alguna rara excepción de algún obsesionado con su marca, parecían disfrutar del momento, de sus compañeros, de todo el camino recorrido, de su deporte favorito. Ese es el secreto para conseguir cualquier objetivo que nos propongamos, disfrutar de lo que hacemos, así conseguiremos ese estado de “flujo” que nos hace realmente disfrutar de la vida, Esos momentos de competición, y también los entrenamientos, estarán seguro en la mochila de las experiencias positivas de la vida de todos ellos.
Al observar a Roberto tengo la misma sensación que cuando conocía la historia de Paul Laurie, un joven nadador de 96 años que aprendió a los 85 y disfruta como nadie su entrenamiento diario. Más que sus éxitos deportivos, es envidiable como mantienen viva esa afición que no solo les hace permanecer saludables a pesar del paso del tiempo, sino que sobre todo les hace seguir disfrutando y aprovechando al máximo este ratito que es la vida. Estos son el tipo de gente a los que realmente admirar, ¡Queremos ser como ellos!.
Roberto alberiche es único.