Hace poco publicaba una entrada acerca de la visualización en aguas abiertas en las que además de dar algún consejo, describía las maneras de visualizar. Como cualquier habilidad, conseguir realizarlo correctamente requiere de práctica.

En esta entrada vamos a ver una serie de ejercicios para practicar la visualización y/o orientación que podemos incorporar en nuestras sesiones de natación en piscina, sobre todo si uno de nuestros objetivos es nadar en aguas abiertas.

Practicando los tres modos

Tal y como vimos en una entrada anterior podríamos definir tres maneras o modos de respirar;

  • Modo 1; Mirar hacia adelante justo antes de respirar hacia un lado

  • Modo 2; Levantar la mirada en una de las brazadas en las que no respiramos.

  • Modo 3; Nado tipo waterpolo mirando hacia adelante.

Probablemente practicando el Modo 2 sea suficiente para cualquiera, pero no está de más practicar los otros dos para tener más opciones con estos sencillos ejercicios;

  • 6×25 Mirar en modo 1 una referencia (P, Ej trampolín, reloj de enfrente si hay) de la piscina de 2 a 4 veces en cada largo. Si se tiene la habilidad de respirar bilateralmente alternar un 25 con la respiración hacia un lado y otro 25 hacia el oro.
  • 6×25 Visualizar una referencia de la piscina de 2 a 4 veces en cada largo en Modo 2.
  • 6×25 Nado normal pasando a modo 3 en los últimos 10 metros simulando la llegada a una meta puntual en una travesía de aguas abiertas.

Para comprobar que cada vez lo hacemos mejor, contaremos brazadas para comprobar que no damos muchas más brazadas de lo habitual. Como puntos de atención nos fijaremos en no levantar más de lo necesario para visualizar y mantener el cuello relajado, también nos esforzaremos en mantenernos alineados y no dejar que la barriga se nos hunda profundamente.

Nadando más recto para mirar menos

Cuando nadamos en una piscina tenemos múltiples facilidades para nadar recto en nuestra calle, las corcheras que delimitan la calle y la línea pintada bajo cada calle nos indican el camino, esto hace que no desarrollemos la habilidad de nadar rectos sin la ayudad de esas referencias que es al fin y al cabo lo que hemos de hacer cuando nadamos en el mar. Nadando recto sin referencias nos beneficiará no solo consiguiendo llegar antes a nuestro objetivo sino también reduciendo la frecuencia con la que levantamos la mirada hacia adelante para comprobar que no nos desviamos de nuestro objetivo. Cerrar los ojos en nuestro entrenamiento en piscina nos habituará a nadar rectos sin las “ayudas” de la piscina, grandes nadadores utilizan esta técnica en sus entrenamientos, incluso Michael Phellps entrena a veces con unas gafas que le impiden ver.

  • En este ejercicio nadaremos 6×25 con los ojos cerrados, tratando de nadar en línea recta en medio de la calle. Contaremos las brazadas que damos antes de tocar la corchera tratando de mejorar, eso sí, para poder practicar este ejercicio de nado “en línea recta” deberemos de disponer de una calle para nosotros solos. Como alternativa si al principio cuesta demasiado podemos empezar nadando con los ojos cerrados pero abriéndolos cuando estos salgan del agua para respirar.

Si nuestro objetivo es nadar en aguas abiertas ya sea en travesías, triatlón o por nuestra cuenta, introduzcamos estos ejercicios en nuestras sesiones y no solamente mejoraremos tiempos sino lo que es más importante; disfrutaremos más.

 

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