Reeditamos este post para tratar la convivencia del covid-19 con nuestro deporte favorito, la natación. Pongámonos en contexto, la situación ya no es puntual como ocurrió hace unos meses. Ahora la situación de conviviencia con el virus Covid19 se ha estabilizado y parece que durará algún tiempo. Si bien muchos centros deportivos están ya abiertos y se puede retomar casi todas las actividades habituales, existen limitaciones, además de cierta incertidumbre sobre las actividades susceptibles de contagio. En este post vamos a tratar de analizar la natación en este contexto. Antes de nada aclararemos que si bien nos apoyaremos en datos objetivos, la opinión que aquí expresaremos tiene una gran parte de subjetividad. Al igual que ocurre con ciertas decisiones que se están tomando al respecto de la situación por parte de las autoridades sanitarias, se trata de estrategias que aún basadas en criterios médicos, no son dogmas ni está científicamente comprobado su éxito. Dicho esto, vamos a analizar porqué la natación la consideramos un deporte seguro. Para empezar resaltaremos que la natación no es un deporte de contacto. La natación es un deporte individual que se puede practicar en grupo, pero que requiere de un espacio entre nadadores. Este aspecto es determinante para limitar la propagación en la práctica de esta actividad. Veremos también que el medio en el que se practica, el agua, también es una barrera para el contacto. Vamos a analizar ese entorno en donde practicamos la natación

Natación en piscinas cubiertas

En las piscinas cubiertas es en donde más habitualmente se practica la natación. Generalmente las piscinas al aire libre, de verano o de urbanizaciones se usan para el baño recreativo y por eso no las contemplaremos. En la gran mayoría de piscinas cubiertas en el mundo, se están estableciendo medidas de seguridad bastante restrictivas, que incluyen, desde el uso de mascarillas en las zonas comunes, a el acceso con cita previa y a la limitación del aforo. Una vez establecidas estas medidas de seguridad, la propagación dentro del agua o ambiental es poco probable, como refleja el informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Español. (https://www.csic.es/sites/default/files/infAl respecto del agua, en este informe se indica que “En piscinas y spa, en dónde el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, la concentración residual del agente de desinfección presente en el agua debería ser suficiente para la inactivación del virus” En cuanto al ambiente exterior de una piscina climatizada, también indica al respecto que “Los aerosoles generados por el agua presente en un balneario o en una instalación de aguas medicinales tendrán las mismas características de desinfección que las aguas de baño de estas instalaciones”, algo que al virus tampoco le beneficia. Al mismo tiempo, se señala en el mencionado informe que la supervivencia del virus es limitada a las altas temperaturas a la que se encuentran los interiores de estos recintos. Se establece por tanto que el máximo riesgo son las aglomeraciones de personas que podrían darse puesto que; “la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 es a través de secreciones respiratorias y el contacto cercano de persona a persona”. Como se ha comentado antes, entre las medidas que se han adoptado en la mayoría de piscinas cubiertas, se incluye la limitación del aforo y de distancia entre usuarios para evitar estas aglomeraciones que pudieran generar ese contacto no deseado, con lo que quedaría mitigado el principal riesgo.

Natación en aguas abiertas

Con respecto al mar el informe anteriormente mencionado indica que “Aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar, el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares”. Al respecto de la sal presente en el qgua del mar, también se señala que ”No se dispone de información científica sobre la capacidad del SARS-CoV-2 para permanecer infeccioso en agua salada. Sin embargo, se ha identificado el cloruro sódico como agente biocida eficaz” Respecto a la arena de la playa el informe señala que “Aunque no existen estudios sobre la prevalencia de virus en la arena presente en playas o riberas, la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos”. Incluso sobre la brisa marina se señala que; ”ni la Organización Mundial de la Salud, ni los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ni las Agencias de Salud locales de EEUU u otros países han advertido que el virus puede propagarse por la brisa marina o la brisa costera El informe deja la puerta abierta a la presencia del virus en aguas residuales, pero no nadamos en aguas de alcantarillado. En la playa puede haber algún vertido, pero a no ser que sea algo incontrolado debería haber sido tratado y a ese respecto se indica también que “los coronavirus son más sensibles al agua y a los procesos de tratamiento de aguas residuales que sus contrapartes los virus entéricos sin envoltura”, por tanto, “los procesos de tratamiento de aguas y aguas residuales probablemente brinden una protección adecuada contra los coronavirus”. Si se advierte que ”En agua de ríos, lagos y pozas remansadas de agua dulce y no tratadas, la supervivencia del SARS-CoV-2 es muy probablemente superior a la que se produce en piscinas y en el agua salada, por lo que deben extremarse las medidas de precaución” pero que en cualquier caso la probabilidad de contagio por bañarse en agua con vertidos (que son generalmente tratados) es mucho más baja que la asociada a las microgotas de saliva aspiradas directamente o adquiridas a través de superficies de contacto, esa es el verdadero peligro y si uno va a nadar a la playa manteniendo la distancia y evitando las aglomeraciones, evita ese contacto. Nuestra conclusión es clara; Cumpliendo con las medidas de seguridad, no dejes de practicar tu deporte favorito en piscina o mar. La natación además de ser un deporte de los más completos que existen, hoy es un deporte seguro.