Vamos a establecer como punto de partida que, para nadar, hemos de adoptar una posición lo más horizontal posible, de esta manera el agua nos ofrecerá menos resistencia y podremos avanzar con menor esfuerzo. En cierta manera, lo que hemos de conseguir es que el agua pase de ser nuestro enemigo, impidiéndonos avanzar, a ser nuestro aliado, ayudándonos a flotar.

Para conseguir aprender a adoptar esa posición horizontal nos conviene previamente entender algunos conceptos básicos que son fácilmente comprensibles y reconocibles una vez nos ponemos a practicar;

1– La zona en donde se sitúan nuestros pulmones es el punto de flotabilidad, digamos que es el eje de la balanza.

2– Por delante de nuestro eje de la balanza tenemos nuestra cabeza y brazos

3– Por detrás del eje tenemos la cadera y las piernas.

4– La parte trasera pesa más que la delantera

5– Como consecuencia de esa descompensación de pesos en la balanza, el tren inferior tiende a irse hacia abajo y la parte delantera tiende a asomar por encima del agua.

Esta claro que morfológicamente no estamos diseñados para desplazarnos por el agua, sino más bien para respirar nada más caemos al agua, nuestra cabeza sale rápidamente del agua y nuestro pies van hacia abajo, bueno,.. ¡Peor hubiese sido lo contrario!, pero vamos a tratar de poner solución a esto.

COMPENSACIÓN DE PESOS

La solución pasa por “cargar” la “parte delantera” un poco más mientras nadamos para compensar ese peso de la “parte trasera”, existen recursos para ello;

  • Dejar caer el peso de nuestra cabeza sobre el agua; nuestra cabeza pesa unos 8 Kg, hemos de aprovecharlos y en lugar de levantarla, lo que hay que hacer es dejar que descanse totalmente sobre el agua para aportar su peso.
  • No tratar de “levantar” nuestro cuerpo del agua, cuanto más insistamos en nadar “sobre” el agua, más se nos hundirá nuestra zona pesada.
  • Tratar de mantener ambos brazos en la “zona delantera”; realizando una fase subacuática progresiva esperando a la llegada del otro brazo podemos conseguirlo, es lo que se conoce como “nadar en el cuadrante frontal” y al no ser un movimiento natural” como la mayoría de movimientos que hacemos al nadar, requiere de mucha práctica.

Cuando levantamos la cabeza, o tratamos de levantarnos, lo que hacemos es adoptar una posición cada vez más desfavorable al avance.

Si por el contrario nos ayudamos del peso de nuestra cabeza y brazos, podemos compensar algo más los pesos y conseguir, ayudados también por nuestra velocidad; esa posición totalmente horizontal y en equilibrio que buscamos.

Nadar requiere de habituar a nuestro cuerpo a moverse en un medio ajeno de otra manera, como nosotros decidimos en función de aspectos muy lógicos, y esto se aprenden entrenando.

 

Sorry, no posts were found.