Vamos a ver en esta entrada una de las posiciones más complejas y a la vez más críticas de todas las posiciones que adoptamos cuando nadamos.



Se trata de la posición que adoptamos justo antes de introducir la mano en el agua tras la fase aérea de recobro.

Momento critico

Este momento es crítico debido a que en esta posición es de las que adoptamos la que más favorece que nuestro cuerpo tienda a hundirse y esto es debido a dos factores, la flotabilidad y la aceleración.

Flotabilidad

La flotabilidad de cada cuerpo depende de la densidad y como cada cuerpo tiene una distinta, la flotabilidad también lo es

En cualquier caso, aunque sea diferente en cada nadador, el % de volúmen de cada cuerpo que “asoma” sobre la superficie del agua suele estar entre un 80-90%.

Este % indica la cantidad de volúmen del cuerpo que flota. En las diversas posisciones que adoptamos tenemos parte del hombro fuera, parte de la cabeza, parte del brazo,.. Pero justo en el momento en el que adoptamos la “posición Crítica” todo nuestro brazo está fuera del agua por lo que el cuerpo tiende a hundirse.

Aceleración

Ya vimos en esta entrada que la natación es una sucesión de aceleración/deceleración y esta posición crítica es el momento en el que mayor deceleración acumulada existe.

Para conseguir que la deceleración sea lo más reducida posible, debemos preocuparnos en adoptar una posición lo más hidrodinámica posible en cada una de las fases de nuestra brazada además de preocuparnos de una buena coordinación y propulsión eficiente. En esta “posición crítica” es especialmente sensible la resistencia que nuestro cuerpo adopta frente al agua por lo que es importante cuidar esa hidrodinámica en esta posición.

COMO PRACTICARLA

Podemos trabajar esta posición tratando de adoptarla una y otra vez en nuestro nado normal, aunque la manera más sencilla será adoptarla ayudándonos de la propulsión de unas aletas y utilizando el snorkel frontal para concentrarnos en adoptar esa posición de la manera más eficaz.

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